Sí, también tenemos un sabor especial.
Una de las mejores cosas de viajar es poder recordar con precisión los viajes. En esos recuerdos, la gastronomía suele ocupar una parte destacada. En el caso de Sitges, tu paladar podrá descubrir platos y vinos singulares, propios de nuestra ciudad, con un sabor que perdura en la boca y en la memoria.